¿Eres adicto al móvil? ¿Estás enganchado a las redes sociales? ¿Te despiertas con el móvil? ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas? Sí, sí, sí, mirar al móvil. Estas son mis respuestas a todas estas preguntas. Y así a bote pronto puede no ser grave, pero sí lo es. Lo es cuando estás comiendo mirando Instagram, lo es cuando no te vas a la cama sin repasar las últimas publicaciones de Instagram. Por eso, he tomado esta decisión.

El domingo, Jordi Évole volvió a hacer uno de esos reportajes que te remueven por dentro.  Unos días antes, contaba en una entrevista que se sentía adicto al móvil, que su gente se lo había dicho demasiadas veces y por eso decidió explorar este tema. Coincidió que este fin de semana nos íbamos a Girona y no pude tener mejor excusa que esa para proponerme no mirar el móvil en todo el fin de semana, excepto puntualmente el del trabajo por cumplir con mi obligación. Pero el personal, Instagram, Facebook, Mail, Youtube, Internet… Nada de nada. Me he retirado del mundo digital durante dos días.

Las redes sociales son mi profesión pero ha llegado un momento que son mi adicción. Me levanto y lo primero que hago es abrir el correo, como mirando Instagram y Facebook, repaso Twitter y si hace falta contesto mails personales. Por no decir, obviamente que durante el resto de horas hago lo mismo pero para el trabajo. No me voy a la cama hasta que miro Instagram Stories un buen rato. Y así en bucle.

No te engañaré, me ha tentado mucho mirar Instagram durante el fin de semana, especialmente porque tenía ganas de colgar fotos de nuestra escapada en Girona. Pero he aguantado como una campeona. En lo que he fallado, eso sí, es en el mail, lo he abierto un par de veces. Y Wallapop también me ha hecho pecar, especialmente porque estoy pendiente de que alguien me compre mi iPhone 5s, dicho de pasada, si alguien está interesado en él…  😉

Más allá de eso, ha sido un fin de semana de desconexión y de conexión conmigo misma y con nosotros. De apreciar los pequeños momentos sin tener que compartirlo todo al mismo instante. Cuarenta y ocho horas en slow motion, sin prisas, sin 100 imágenes por minuto bajando y subiendo arriba y abajo. Sin saber sobre nadie.

Y me ha gustado, lo suficiente como para repetirlo más a menudo. Para inspirarme fuera del mundo digital, que es donde se encuentra la verdadera inspiración.

Eso sí, ya estoy de vuelta al 2.0 y te aviso de que como no pude compartir nada de nada sobre el fin de semana, habrá post especial sobre él en breve: una casa rural en Girona para dejarse enamorar. Te espero la semana que viene, ¡no me falles! 😉

Te dejo con las preguntas que empezaba el post, para que las pienses, las reflexiones y si quieres compartir las respuestas en los comentarios, aquí estaré. ¿Eres adicto al móvil? ¿Estás enganchado a las redes sociales? ¿Te despiertas con el móvil? ¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas?

Núria.

PD: Por si tienes ganas de más te dejo con otra reflexión para cuando te quedes en blanco y mis 10 blogs favoritos en los que encuentro mucha inspiración.