Hoy no voy a hablar de redes sociales, ni de blogs, ni el 2.0, ni bots (de eso a lo mejor hago un post la semana que viene, ¿te apetece?). Hoy quiero hacer una pequeña reflexión sobre hacer las cosas por amor y no por el simple hecho de hacerlas, o hacerlas por aparentar ser otra persona.

creo que estamos demasiado acostumbrados al hacer por hacer, al ir tirando sin apreciar los pequeños momentos y eso he decidido que en mi caso va a cambiar. Quiero saborear cada rato con los demás, quiero dedicarme tiempo a mí misma, quiero apreciar un abrazo, dar dos besos, bien dados, a una persona que acabo de conocer, quiero preparar un postre especial porque realmente me apetece, quiero tener un detalle con un compañero de trabajo porque se lo merece, quiero dejar de ir tirando por vivir intensamente cada día.

hace unos días acompañé a una persona muy importante para mí a hacer algo que llevaba tiempo queriendo hacer pero que hasta ahora no había tenido la oportunidad de hacerlo. ver que disfrutaba de cada segundo haciéndolo y que no lo hacía como los demás que estaban por ahí, que más bien pasaban el rato, me llegó muy adentro. solo valoramos el tiempo cuando hacemos las cosas con cariño y con amor.

es un post muy cortito el de hoy, pero tenía ganas de escribir sobre algo un poco más profundo de lo habitual, después de vivir esta pequeña experiencia personal. y preguntarte a ti cómo aprovechas el tiempo, si sueles hacer las cosas por amor o por el simple hecho de hacerlas, si crees que deberíamos apreciar más cada cosa que nos pasa.

¡Ale! ya me he desahogado un ratillo 😉 espero que te haya gustado el post y si es así, me haría una ilusión tremenda saber tu opinión.

Mil gracias!

Núria.

PD: si te apetece, aquí te dejo otra de mis reflexiones sobre el 2.0 y las nuevas tecnologías.